El sector del transporte solicita una formación especializada a los transportistas ante las previsibles nuevas y más grandes dimensiones de los denominados ‘mega camiones’. Se trataría de cursos dirigidos a las empresas de transporte y a los profesionales implicados que se basen en técnicas de conducción específicas y adaptadas a las características de los nuevos modelos, eficiencia energética, seguridad activa, temas de logística y de mantenimiento.
La Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial (Formaster) también solicita información precisa para el resto de conductores ante los nuevos mega camiones que pueden circular por nuestras carreteras dentro de poco, según recoge el diario ABC.
Los camiones gigantes de 60 toneladas y 25,25 metros de longitud, conocidos como MegaTrucks, tienen grandes visos de abrirse paso en nuestro país no ya como transportes especiales, sino como una alternativa más capaz a los habituales trailers articulados. Un cambio en la normativa comunitaria habilitará su circulación, según indican fuentes del mismo medio.
Existen opiniones a favor y en contra. Además de explicar con claridad las características de unos enormes vehículos que previsiblemente no tardarán en llegar a nuestras vías, hay sectores que consideran necesario conocer los riesgos que pueden comportar. Lo que queda patente es que los profesionales del sector del transporte deberán ser experimentados en la conducción de camiones y conocer el comportamiento de unos vehículos de MMA (Masa Máxima Autorizada) más de un 50% superior, con fuerzas de inercia y centrífuga que aumentan de forma exponencial. Para ello, deberán contar con una formación específica que los cualifique para su manejo.
Pero también el resto de ciudadanos deberán familiarizarse con estos nuevos transportes en carretera de características específicas de velocidad y dimensiones, que influyen en adelantamientos y maniobras.
Formación específica
Conocidos como los ‘trenes de la carretera’ en países como Estados Unidos y Australia, además de buena parte de Escandinavia, este tipo de vehículos pueden salir a cuenta por su favorable relación entre consumo y carga. Su circulación podría quedar finalmente autorizada a partir de una reforma en la normativa comunitaria actualmente en proceso.
Según las empresas formadoras, los cursos para su manejo tendría que centrarse en técnicas de conducción, eficiencia energética,seguridad activa, logística y posicionamiento de la carga, así como el mantenimiento de estos nuevos vehículos.
Por esta razón, solicitan que se incluyan técnicas de conducción que primen la seguridad de los conductores, que se tenga en cuenta el control de estabilidad, los sistemas de frenado ABS, el radar de proximidad o el dispositivo precolisión. También consideran importante evaluar aspectos relativos al posicionamiento y tipo de carga, mantenimiento de remolques y material transportado en estos.
Además, solicitan la puesta en marcha de un nuevo distintivo para camiones que indique que el vehículo tiene dimensiones especiales. En la actualidad el Reglamento General de Vehículos solo permite distinguir si se trata de vehículo largo o con remolque.
El caso de Holanda
El sector del transporte considera a Holanda como un ejemplo a seguir, donde vehículos modulares similares se ensayan desde 2001 con hasta 200 empresas involucradas. Se estima que aquel país contará con más de 5.000 MegaTrucks dentro de poco, dada la favorable acogida social y el positivo resultado económico de la experiencia.
Allí forman parte de una red viaria en la que participan combinaciones de puertos, centros logísticos y puntos de distribución. Sus ensayos cifran en un 20% el ahorro medio de costes, valorando costes de carburante y personal.
Curiosamente, también en Holanda su puesta en marcha sufrió una fuerte oposición, en línea con la opinión de operadoras logísticas de ferrocarril como la británica Freight on Rail, que argumenta que la liberalización de los MegaTrucks derivará en mayor accidentabilidad, en problemas de tráfico, en mayor contaminación (por su consumo superior) y en un desgaste de las carreteras más rápido.
Sin embargo, el desarrollo de la experiencia zanjó la polémica al registrar valores habituales en transportes pesados, sin que metros y toneladas extra sobre ruedas implicasen diferencias.