Adaptaciones vehiculares para personas con discapacidad

Aunque no lo parezca los automóviles y demás vehículos motorizados, fueron diseñados para conducirse en óptimas condiciones de salud, ya que, se necesitaba cierta coordinación y maniobrabilidad para conducir de manera eficaz y efectiva, debido a esto, se volvió prácticamente imposible para una persona con discapacidad conducir un automóvil, ya  que, se necesita de cada extremidad para cumplir con  todas las funciones del vehículo.

Con la llegada de la tecnología, y los avances en salud esto ha cambiado considerablemente, ya que, se han creado distintas adaptaciones para distintos vehículos, que permiten a los discapacitados físicamente, conducir de igual forma, prácticamente sin importar el tipo de discapacidad que posea el usuario vehicular.

Volante.

El volante es quizás la parte del vehículo de mayor importancia, aparte de las piezas que conforman el motor, ya que, el volante es el que permite manipular el automóvil, y ordenar la dirección en la que se quiere ir, no obstante el volante es la parte que más esfuerzo del tren superior del cuerpo requiere, tanto para maniobrar como para mantener la firmeza y de esta forma siempre tener el control total del vehículo.

Se han creado perillas de agarre, para aquellas personas a la que le faltan dedos de la mano, de esta forma solo tendría que colocar las manos en dicha perilla y la presión será parte de su función principal, esto además sirve para aquellas personas con síndrome de túnel carpiano, a las que se les dificulta el agarre y por ende la maniobrabilidad del volante.

Actualmente también existen controles analógicos, en el caso de que la persona no pueda manipular el volante por la falta de una o ambas extremidades superiores, de esta manera solo necesita mover una pequeña palanca para conducir el vehículo.

Pedales

Otro elemento necesario para que un automóvil avance, son los pedales, la función básica en estos es un pedal para acelerar y uno para frenar, en el caso de los automóviles de cambio hay un tercer pedal conocido como embrague, cuya función principal es desbloquear la palanca de cambio.

Para el uso de los pedales, era necesario contar con ambas extremidades inferiores, esto ya es cosa del pasado, ya que, existen diferentes variaciones para quienes no cuenta con un miembro inferior o con ninguno, gracias a los dispositivos de freno y marcha que se adaptan a un lado del volante, o al alcance de ambas manos, esto requiere un esfuerzo mayor por parte de las extremidades superiores, pero sin embargo deja de ser un impedimento para conducir.

Otro dispositivo es una palanca que se adapta a un lado del chofer, con la cual se puede acelerar y frenar de manera sencilla y sin mucho esfuerzo.

Controles infrarrojos.

Para un persona con discapacidad ya es bastante esfuerzo conducir un automóvil con cientos de adaptaciones a su condición, sin embargo eso no es impedimento para hacerlo, y para completar los accesorios como luces de cambio o limpia parabrisas cuyo funcionalidad esta fuera de alcance, para quienes  no cuentan con algunos dedos, se crearon sensores que con tan solo colocar uno de los dedos activara dichas funciones,  simplificando su uso.

Gracias a los avances tecnológicos en salud y a las grandes corporaciones automovilísticas, el cielo es el límite para aquellos que pensaron no volvería a estar detrás de un volante.

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