La normativa de circulación es tan necesaria como compleja y extensa. Conocer cada una de las infracciones potenciales es una tarea solo al alcance de policías y profesores de autoescuela. Mucho más accesible es la lista de infracciones al volante que cometemos con mayor frecuencia. Conocerlas puede ayudarnos a prevenirlas.
La velocidad es la principal causa de siniestralidad al volante. Desde el pasado mes de febrero, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha unificado los llamados márgenes de tolerancia en radares fijos, móviles y de tramo. A partir de ahora, los radares permitirán un margen de 7 km/h cuando el vehículo circule por debajo de los 100 km/h. Mientras que si lo hace por encima de esta cifra, pasará a ser de un 7%, por lo que, con un límite de 120 km/h, se produciría una sanción cuando se circule a más de 131km/h.
Aunque los controles de velocidad siguen siendo los más comunes, el control de alcoholemia es cada año más habitual. La DGT ha puesto en marcha campañas en vías de acceso y puntos céntricos de las ciudades. En 2014 llegó a realizar 25.000 de estos controles en un solo día. Conocer las tasas y evitar esta peligrosa infracción es importantísimo. Conductores profesionales y noveles tienen actualmente el límite legal en 0.15mg/l en aire y 0.3gr/l en sangre. Mientras que el resto de conductores amplía estas tasas a 0.25mg/l en aire y 0.5 gr/l en sangre.
Durante los últimos años y con los cambios en las diferentes legislaciones, algunas tasas de alcoholemia constituyen un delito contra la Seguridad Vial. Si un conductor supera una tasa de 0.60 mg/l en aire o 1.2 gr/l en sangre, se expone a una pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de hasta 90 días. Además, esta infracción conlleva la correspondiente privación del derecho a conducir, de uno a cuatro años.
Otro motivo de multa, quizá el más común, es un aparcamiento incorrecto. En ciudad, puede convertirse en un quebradero de cabeza descifrar las distintas zonas de aparcamiento y sus restricciones. Entre las más comunes está la ORA o “zona azul”, llamada así porque es el color con el que habitualmente se indica. Estos espacios restringen el aparcamiento durante un período de tiempo, por el que el conductor a pagado previamente. Su función es impedir que los coches estacionen de forma prolongada, obstruyendo la llegada de nuevos vehículos.
Los precios y multas en este tipo de zonas de aparcamiento están regulados por las instituciones de las diferentes localidades. Desde los 100 euros de Barcelona a los 30 de Murcia. El aparcamiento en doble fila también está sancionado en algunas ciudades como Madrid. La sanción también varía entre los 90 y los 300 euros.
Estacionar en un vado, en un paso de peatones, sobre la acera o en zona de carga y descarga también son motivos de infracción muy usuales. En estos casos, puede producirse la retirada del vehículo por parte de las autoridades, por lo que al coste de la multa deberemos añadir el coste de este servicio o del estacionamiento de nuestro vehículo en el depósito municipal.
El último motivo más frecuente es no llevar puesto el cinturón de seguridad, un elemento imprescindible que, gracias a una estupenda labor de concienciación, es cada día más usado. Si el conductor no lo lleva puesto se expone a una sanción de 200 euros y la retirada de 3 puntos en el carné. Además, los acompañantes también deben llevarlo. Si en el vehículo va un menor sin el cinturón de seguridad, la multa recae sobre el conductor.