A pesar de las frecuentes campañas de concientización acerca de la conducción y el riesgo de usar el teléfono móvil, ¿por qué persiste el uso de teléfonos inteligentes mientras se conduce? Los expertos consideran que el gran responsable es la adicción a los teléfonos inteligentes. La nomofobia, el miedo irracional de no tener o no poder usar su teléfono móvil, afecta alrededor del 50% de la población o aún más.
Sí, la adicción a los teléfonos inteligentes es algo real, si no es una epidemia absoluta, y ha cambiado para siempre los comportamientos de los conductores, se han realizado cientos de estudios de investigación en todo el mundo y todos están de acuerdo en que el uso de teléfonos móviles mientras se conduce es peligroso y generalizado.
Nomofobia, riesgo al conducir.
- Los investigadores han estimado que 50 minutos de charla por mes llevan a un aumento de cinco veces en la probabilidad de un accidente.
- Los mensajes de texto y la conducción también parecen ser un problema importante, especialmente entre los conductores más jóvenes, los estudios realizados en simuladores y en el mundo real han demostrado que los conductores con un teléfono móvil reducen su escaneo visual de la carretera y tienen más probabilidades de salirse de su carril en las curvas y son más lentos para responder a los peligros.
Es fácil comprender por qué el uso de un teléfono de móvil es un problema: además de apartar la vista de la carretera, con una mano en el volante es más difícil navegar en las curvas y responder a los peligros. Para muchas personas, esta es la razón obvia por la que las llamadas manuales están prohibidas mientras se conduce.
Pero hay otro problema: el acto de conversación en sí es una distracción, si el nivel de dificultad en el camino exige una cierta cantidad de concentración del conductor (o «procesamiento cognitivo»), pero la complejidad de la conversación también requiere una reflexión profunda, entonces ambas actividades competirán por una cantidad finita de recursos cognitivos.
No se puede atender todo en el mundo al mismo tiempo, por lo que se debe priorizar algunos estímulos sobre otros. Si prioriza una conversación sobre la seguridad vial, corre el riesgo de perder la vida o arrebatar la vida de alguien más.
Es importante que comprenda que al conducir, necesita sus cinco sentidos orientados a lo que está haciendo, de esta forma pude garantizar un retorno seguro a casa o a donde quiera que se dirija.