A pesar de que por muchos años los jóvenes contaban los días para cumplir la edad reglamentaria para poder optar por el carnet de conducir, en la actualidad eso ha pasado a formar parte de intereses secundarios ¿Por qué?, los jóvenes no se sienten estimulados puesto que la situación económica no les da mayor esperanza de poder tener un vehículo propio.
Hoy en día los jóvenes han quedado sumergidos en la realidad de trabajar arduamente para poder satisfacer necesidades primarias, aprender a conducir, o por lo menos obtener el carnet de conducción ya no parece motivarlos como antes de allí a disminución progresiva de los practicantes.
Cifras en descenso.
Cada año eran miles los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 34 años que se avocaban a sus distintas jurisdicciones en búsqueda de la formación necesaria para obtener su tan anhelado carnet de conducción, hoy las cifras han descendido a la mitad.
La realidad ha cambiado y la prioridad de los jóvenes es otra, ya obtener un vehículo es algo que ven lejano por eso no se animan a obtener el carnet de conducir, quizás si aprendan a conducir, pero por cuenta propia.
Cambio de prioridades.
Desde muy niños todos sueñan con conducir su propio vehículo, ¿esto cambio?, no del todo, aun muchos desean, anhelan y esperan poder tener su vehículo, pero el poder adquisitivo se encuentra en descenso y las posibilidades de comprar un vehículo o si quiera de mantenerlo se van desvaneciendo.
Por otro lado, la inversión en una autoescuela para poder recibir la preparación necesaria y aumentar las probabilidades de obtener el carnet de conducción es muy elevada y ni siquiera garantiza la obtención del mismo, es por eso que cada vez menos jóvenes tienen como prioridad la obtención de este permiso.
Acerca del proceso para obtener el carnet de conducción.
Se requiere aprobar dos exámenes uno práctico y el otro, el que más temor causa a los practicantes, el teórico, esto muchas veces sirve para alejar a los jóvenes del carnet de conducción, los nervios hacen de las suyas y fallan en la práctica quedándose sin ánimos para volver a intentarlo en otra ocasión.
El por qué el examen práctico de conducción causa tanto temor puede deberse a dos factores, en primer lugar, los jóvenes suelen sentirse presionados por la presencia del examinador quien va en todo momento a su lado tomando nota de lo que este está realizando u obviando, y número dos, los practicantes se preguntan hasta qué punto el examen teórico los prepara acertadamente para la práctica en la conducción.
Si bien la situación económica y social tienen gran incidencia en la disminución progresiva de los practicantes para el carnet de conducción, las fallas que el proceso tiene pueden incidir, quizás los jóvenes no sientan que los exámenes son del todo justos, en especial el práctico, en el que muchas veces son los nervios los que se dejan ver y opacan la efectividad del chico para desenvolverse en el proceso.