Y es que recientemente un estudio universitario ha dividido a los diferentes conductores en una divertida tipología. La idea es sencilla, dependiendo de su actitud al volante, uno puede ser, desde un fugitivo hasta un sabelotodo. Todo se basa en nuestras reacciones en la carretera. La prestigiosa London School of Economics y la compañía de neumáticos Goodyear son los responsables de este divertido estudio, que ha expuesto a los ojos del público la mayoría de nuestros vicios al volante y que saca los colores a más de un conductor.
Está claro que conducir es mucho más que llevar el volante, ya que cuando practicamos la conducción, existen numerosos estados psicológicos por los que pasamos sin darnos cuenta. Sin embargo, para la mayoría de los conductores siempre hay una actitud que predomina mientras conducen. Por un lado, existen personas afables y cariñosas durante el 90% del tiempo, que se convierten en iracundas, malhumoradas y malhabladas cuando se ponen detrás de un volante; por el contrario podemos encontrar a otras que se muestran airadas en su vida diaria hasta que llega el momento de subir al coche, y es entonces cuando no pueden evitar cantar, a pleno pulmón y con una sonrisa en la cara, el último éxito musical de Katy Perry. ¿Estamos locos o qué? Pues parece que más de los nos gusta reconocer.
Y es que el estudio revela personalidades al volante dignas de un comic de Marvel. “El Justiciero”, “El Fugitivo” o “El Competitivo” son algunos de los nombres que el estudio ha dado a distintos perfiles psicológicos que muchos conductores muestran. El Justiciero sería aquel que desea ante todo hacer justicia en la carretera y para ello se siente en la obligación de hacer saber a los demás sus errores e infracciones. Es el tipo de conductor que sale del coche para encararse con alguien que ha creado un pequeño conflicto en la carretera, produciendo, sin darse cuenta, uno aún más grave y peligroso.
En el otro extremo del espectro y como antagonista del anterior perfil, encontramos a “El Filósofo”, que es aquel que ‘se toma con filosofía’ los errores e infracciones que otros conductores cometen, intentando explicarse el porqué de estos errores y exculpando a todos los infractores. Desde luego, el filósofo no es un conductor peligroso.
Todo lo contrario que “El Competitivo”, apelativo con la universidad británica define a aquellos que necesitan avanzar por delante del resto a cualquier precio, poniendo incluso en peligro al resto de los conductores. Cuando alguien se interpone o avanza más rápido que él, no duda en superar los límites de velocidad para ‘poner en su sitio’ al conductor oponente. Todo un figura.
Y quién no se ha topado con “El Profesor”, es decir, aquel conductor que necesita hacer saber a los demás de sus errores o con el más divertido, “El Fugitivo”: aquel que mediante la música, el teléfono móvil o simplemente el espejo retrovisor parece interesarse por todo, excepto por la conducción o la carretera. Su estrategia para enfrentarse a problemas en la vía parece más interesada en huir de prestar atención, que en llegar a su destino o hacerlo de forma segura. Es por eso que se le conoce como fugitivo. Se trata de una forma de alivio, dicen los expertos, de la frustración que puede sentir ante los imprevistos.
Y como muestra un botón: pues uno de estos conductores fue cazado el pasado año mientras cantaba en su coche, convirtiéndose en viral en youtube y alcanzando los 35 millones de visitas. Nada menos que un policía americano se arranca a cantar y bailar por Taylor Swift mientras conduce el coche patrulla, todo un ‘fugitivo’ al volante: