La propuesta de la Dirección General de Tráfico está levantando ampollas en el sector de las autoescuelas. El anuncio lo realizó María Seguí, directora general del organismo, a finales del pasado mes de abril. La idea bomba es que la siniestralidad de los nuevos conductores quede, de alguna forma, ligada al nombre de la autoescuela en la que estos conductores se formaron.
En principio, y según Seguí, la tasa obtenida a partir de los datos de siniestralidad sería comunicada a los centros de formación. Sin embargo, la confederación de autoescuelas españolas, CNAE apuntan a que estos datos no tienen mucho sentido, debido a que los conductores noveles tienen menos tasa de infracciones, pues conocen mejor el reglamento. Además, insisten en que para calcular la tasa deberían tenerse en cuenta factores como si el siniestro se produzco por una infracción del novel, así como aspectos como el estado de la vía, posibles problemas de señalización, etc. Es interesante observar asimismo, que en cualquier caso este ranking penalizaría a aquellas autoescuelas en las que sus alumnos tengan un menor poder adquisitivo, ya que el parque móvil tendrá una antigüedad mayor, así como otros factores socioculturales que la prueba debería tener en cuenta.
Por otra parte, y como apuntan desde Pons Seguridad Vial y desde la Confederación Nacional de Autoescuelas, la responsabilidad en la habilidad del nuevo conductor no debería recaer en ningún caso en el centro de formación, en todo caso es el examinador el último responsable, ya que es éste quien decide sobre la capacidad del aspirante y sobre su aptitud para recibir el permiso. Siguiendo este argumento, CNAE opina que el ranking debería realizarse sobre examinadores de la DGT, en lugar de sobre las autoescuelas.
Asimismo, y según informa elperiodico.com, la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes de Tráfico (DIA) también se ha mostrado contraria a lo que ha denominado como ‘ocurrencia de la DGT’. El presidente de DIA opina que la siniestralidad tiene que ver con factores que van más allá de la formación, como los puntos geográficos, la meteorología o el tipo de vía.
Por su parte, son muchos los que destacan que habrá numerosos problemas a la hora de determinar qué siniestralidad se considerará a de cara a realizar el ranking, ya que en ocasiones deberá esperarse a que las sentencias sean firmes en los casos de infracciones graves. Lo cierto es que la siniestralidad de la mayoría de los conductores noveles no está ligada a una inobservancia de las normas de circulación, sino directamente relacionada con un mayor escrúpulo en el cumplimiento de éstas, fruto de un más certero y mejor recordado conocimiento de las normas de circulación.
Además de esta nueva medida, la DGT se ha planteado algunos cambios interesantes, como la aparición de un nuevo carné de conducir para menores de 18 años, que podrá adquirirse a partir de los 16 años, pero que estará limitado a la conducción acompañada de un adulto. El acompañante deberá, o bien contar con todos los puntos del carné, o bien tener más de cinco años de experiencia como conductor. No es seguro que esta medida acabe convirtiéndose en realidad en nuestras carreteras, ya que no es la primera vez que se presenta sin que finalmente se produzca.
