Incluso hoy en día, uno de los primeros problemas que podemos encontrarnos al conducir un vehículo es que la batería no responda. Para estar preparado para estos casos, debemos seguir una serie de consejos que nos ayudarán a salir airosos de situaciones que pudiesen parecen difíciles.
Esta semana, desde Autoescuelas Shepron, nos ponemos manos a la obra y ayudamos a enfrentarte a problemas en carretera.
Revisión periódica
Encontrarnos con que no podemos encender el motor de nuestro vehículo es una sensación realmente frustrante. Para evitar este problema, lo principal es la previsión y el mantenimiento adecuado. Seguir las indicaciones del fabricante.
Si bien los modelos antiguos ofrecían la posibilidad de cambiar la batería sin prácticamente mancharse las manos –apenas dos tornillos sostenían esta parte del motor-, lo cierto es que los modelos actuales ofrecen complejos sistemas que ayudan a nuestro vehículo a ahorrar energía en momentos complejos.
Por ejemplo, los nuevos coches híbridos presentan baterías que ayudan al vehículo a marchar en ciudad empleando energía eléctrica en lugar de consumir hidrocarburos. Si tu coche es uno de estos nuevos modelos o incluye sistemas de Stop and Go, para ayudar en el ahorro de combustible durante los periodos de parada muy cortos –semáforos o retenciones-, es probable que la batería que emplee sea mucho más compleja que la de los vehículos antiguos y que requieras de la ayuda del servicio técnico especializado para sustituirla o simplemente devolverla a la vida.
Opciones en caso de que la batería no responda
La solución más interesante es ponernos en contacto con el servicio de asistencia en carretera. Llamar a la grúa nos ayudará a saber no sólo que el problema se solucionará, sino que en caso de problemas asociados, el seguro responderá por ellos. La mayoría de grúas modernas ofrecen sistemas de encendido de las baterías especiales, capaces de reanimar una batería inactiva en cuestión de segundos.
Además, esta es la opción más segura en caso de que nos encontremos en un entorno poco seguro, como una autopista, autovía o simplemente una vía con poca visibilidad, en la que pudiera ser un riesgo tratar de arreglar el problema en el arcén.
El uso de las pinzas
Las clásicas pinzas siguen siendo de ayuda a muchos conductores de todo el mundo. Sin embargo, debemos tener cuidado en caso de que nuestro modelo de coche en cuestión desaconseje esta práctica. Es cada día más común encontrar vehículos que emplean la electricidad de una forma más compleja que los vehículos antiguos, por lo que debemos saber si es posible emplear esta técnica con nuestro coche antes de ponerla en práctica.
El uso de pinzas es una solución muy socorrida en el caso de que tu vehículo lleve varios meses estacionado y sin uso. Es común que la batería se quede sin energía tras un tiempo de inactividad, por eso muchos mecánicos recomiendan quitar este elemento del coche si pretendemos dejar de usarlo por un tiempo indeterminado.
El empujón
Si tu coche se ha quedado sin batería muy cerca de tu lugar de residencia o a un paso del taller, pero te encuentras en total desamparo –no se puede llamar a la grúa y no existen otros vehículos que puedan ayudarte- un empujón podría reanimar la batería. Debes saber que este procedimiento sólo debe emplearse en casos puntuales y que puede dañar otras partes de la mecánica, como el catalizador.
Para realizarlo correctamente una o dos personas deben empujar, mientras el conductor pone segunda velocidad y embraga el coche. Cuando el coche alcance una buena velocidad, se suelta el embrague y el coche debería arrancar.